Tradición trujillana ubicada en Alcides Carrión 352 es uno de los restaurantes
cómodos, acogedores y rústicos que tienen nuestro bello Trujillo, con una sazón
agradable para las personas que les gusta darse ese gustito de ves en cuando, ya que tienen una carta muy variada, porque puedes encontrar comida criolla, pastas y hasta finos cortes de carne.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dicen los trabajadores del lugar que antes de que tradición trujillana llegara a estar
ahí, antes era el famoso restaurante Doña Peta, pero por problemas económicos el
anterior restaurante cerro y se les presento la oportunidad de comprar ese lugar y lo
hicieron.

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Cuenta con un espacio amplio y ambientado de todos los colores como es la cuidad de la eterna primavera y también están pintados los lugares históricos de Trujillo como Chanchan, El mirador, etc. Y con murales de los mayores representantes músicos que tiene el Perú.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tienen precios cómodos que van desde loe 20 soles hasta los 50, donde puedes darte el tiempo para ir y tener el privilegio de comer en el segundo piso o en las mesas que están adornadas de una manera muy sutil, pero que llama la atención a las personas, porque no es algo común.

Tienen un personal formal y amable, donde tratarán de solucionar los problemas o
dudas que tengas y tampoco tendrán problema de explicarte lo que lleva cada platillo
que tu pides y sobre todo recomendarte los platos de la carta que lo es el pato y el
cabrito.

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Lo mas curioso de este restaurante es que al momento de llegar te reciben con una
copa de sangría de casa ósea que es preparada por los mismos dueños ya que ellos
elaboran su propio vino, para preparar esa sangría. Pero los platillos que se pidieron
estuvieron agradables, se sintió el sabor casero y el empeño que le ponen a la
preparación de los mismos. Ya que primero se pidió un cabrito, que estuvo delicioso,
la carne estuvo tierna el arroz bien cocinado y el frejol tenia una textura entre crujiente y blanda, en lo personal ese es el punto de un buen cabrito, Como segundo
platillo de pidió el pato y de la misma manera con el cabrito, ósea exelente y pedimos
un acompañamiento de jarra de chicha, donde nos explicaron que se toman el tiempo
de desgranar el maíz morado para hervirlo y sacar esa chicha pura que tanto nos gusta a nosotros.